El
paloduz (orozuz) Glycyrrhiza
glabra
Eran tiempos difíciles, tiempos
de pocos recursos económicos, de carencias de alimentos, en algunas familias de
falta de estos.
Tiempos de trabajos de sol a sol,
de esfuerzos sobrehumanos, para ganar un jornal que apenas cubría las mínimas
necesidades en la manutención de la familia. Pero eran los tiempos de nuestra
infancia, tiempos de ilusiones y sueños, tiempos de alegrías y juegos, en lo
que todo nos gustaba, hasta lo más simple.
Las fiestas en Lagartera, para los
niños, poco más de un carrusel y un columpio con dos barcas para los más pequeños. En
ocasiones una caseta de tiro con unas escopetas que cuando apuntabas a un palillo en el que prendía
un cigarrillo, al disparar, dabas a una de las campanas de la torre en lugar de
al palillo. En ocasiones una tómbola, con más
ruido que nueces, pues una voz chillona gritaba los premios y los premiado.
Había irrumpido en España el "Chupa
Chups", creado en
1958, pero a Lagartera llegaría unos años más tarde, nosotros si comprábamos
algún caramelo, eran a granel. Pero los más de los chiquillos optábamos por
consumir el palodud, esos pequeños tallos o rizomas de raíces de Glycyrrhiza glabra, que es planta que nace a la orilla de
muchos ríos españoles.
El paloduz,
al masticarlo saboreábamos su dulzor mucilaginoso, que tanto nos recordaba al
regaliz. Nuestras fiestas infantiles en Lagartera, estarán siempre unidas al
recuerdo del masticar el paloduz, caminando hacia la carretera nacional, para
ver de vez en cuando el paso de algún vehículo.
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