VILLA DE LAGARTERA
Al igual que toda la zona del Campo
Arañuelo Toledano, esta debió de estar poblada desde el neolítico, incluso con
anterioridad. Conocemos la fuerte población que estos territorios tuvieron en
épocas del Pueblo Vettón. En el término de Lagartera apareció una escultura
zoomorfa perteneciente a este pueblo V-II a.C. Dicho verraco fue muy bien
estudio por el historiador talaverano don Cesar Pacheco, quien opina que es de
acarreo. En la actualidad se encuentra situado en patio del Museo Marcial Moreno.
Verraco de Lagartera siglo VI-II a.C.
La influencia de este pueblo en sus usos culturales, ha quedado patente en la tradición del uso de los denominados amuletos lunares, que en Lagartera han sido usados hasta hace algunas décadas. Estos amuletos tenían una forma lunar y se les prendían a los niños lactantes, con el fin de prevenirles del mal de luna. Su uso formaba parte de los ritos lunares propios de la cultura de los pueblos célticos, como el culto a La Diosa Ataecina, de la que se encontró una inscripción en la cercana población de Caleruela.
La influencia de este pueblo en sus usos culturales, ha quedado patente en la tradición del uso de los denominados amuletos lunares, que en Lagartera han sido usados hasta hace algunas décadas. Estos amuletos tenían una forma lunar y se les prendían a los niños lactantes, con el fin de prevenirles del mal de luna. Su uso formaba parte de los ritos lunares propios de la cultura de los pueblos célticos, como el culto a La Diosa Ataecina, de la que se encontró una inscripción en la cercana población de Caleruela.
Lagartera, situada en un pequeño valle
de La Sierra
de La Ventosilla,
quieren algunos autores hacer venir el nombre, de un hipotético Tío
Gartera, que establecío en este
valle un molino. Otros mantienen que su nombre proviene de Lagartos, muy comunes en
los berrocales al sur de la población, Es más probable que su nombre origine en
los lagares que había en el arroyo que cruza la población.
Se debió de repoblar Hacia el siglo X-XI con fuertes contingentes de mozárabes. Estos pobladores de origen hispano-godo, religión católica y
costumbres arabizadas, en especial en lo relativo a las artes suntuarias,
vivieron en territorio musulmán y en una sociedad mayoritariamente de fe mahometana. Esta presencia mozárabe en
Lagartera, la avala el documento estudiado por don Ángel Barrios García y
publicado en: ”Documentos medievales de la Catedral de Ávila”. Dicho documento fechado el 12
de Octubre de 1281 y firmado por Alfonso X”el sabio” dice así: “Don Alfonso por
la gracia de Dios, Rey de Castilla, de Toledo, de León, de Galicia, de Sevilla,
de Córdoba, de Murcia, de Jaén y del Algarbe: a el Consejo, clérigos…El cabildo de la iglesia de Ávila me envía
mostrar como el comendador de Oropesa non quería recaudar los derechos y que
los tuvieran las iglesias de Torralba y
de Lagartera e de otros lugares que
son en El Arañuelo, en el Obispado de Ávila, de que ellos eran en tenecia antes
que Oropesa fuera poblada. (Hace referencia al establecimiento de la
iglesia en Oropesa después de ser reconquistada al poder musulmán y repoblada por los castellanos).
La negativa a pagar a Oropesa, cuando sus iglesias estaban antes que la de esta, debía de ser cierta, pues el monarca dicto, que estas parroquias no pagasen a la
de Oropesa y lo hagan directamente a la Catedral de Ávila, diócesis a la que este
territorio perteneció desde la reconquista hasta 1955.
La existencia de una población
mozárabe en Lagartera viene abalada, según nuestra opinión, por dos motivos.
1º El primer núcleo de población fue
el denominado barrio del Toledillo, que
bien pudo tomar este nombre del origen de
sus pobladores Toledo.
2º Este es de razones etnográficas,
pues sabemos como los mozárabes, adaptaron de los árabes el gusto por el lujo
suntuario, y fueron los que preservaron determinadas costumbres, en el vestir y en la
decoración de sus hogares, como ocurrió en Lagartera.
Lagartera junto a los pueblos colindantes,
perteneció desde el medievo al Señorío de Oropesa, que luego desde 1366 fue de
la familia Álvarez de Toledo y más tarde de esta con titulo de Condado de
Oropesa. Mas los deseos de los lagarteranos por alcanzar la independencia de
Oropesa, se vieron cumplidas cuando en 1642 en que es nombrada Villa por el Rey
Felipe IV, después de pagar una fuerte cantidad, que les daba su independencia
y saldaba deudas de la Casa Condal
con la Corona.
Carta de Villadgo de Lagartera, concedida por Felipe IV
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